Enfermedad boca-mano-pie: Causas y síntomas
La enfermedad boca-mano-pie es una infección viral común en niños menores de 5 años, aunque también puede afectar a niños mayores y, en casos raros,...
4 minutos de lectura
A partir de los seis meses de edad, la alimentación del bebé comienza a cambiar. Hasta este momento, la leche materna o de fórmula ha sido su único alimento, pero ahora necesita nuevos nutrientes para seguir creciendo y desarrollándose de forma saludable. Uno de los más importantes es el hierro, ya que sus reservas naturales empiezan a disminuir y es necesario obtenerlo de los alimentos.
El hierro es esencial para el desarrollo cerebral, la producción de glóbulos rojos y el fortalecimiento del sistema inmunológico. En este artículo, te explicamos cómo introducir alimentos ricos en hierro en la alimentación complementaria de tu bebé, qué combinaciones favorecen su absorción y cómo asegurarte de que reciba la cantidad adecuada.
El hierro es un mineral fundamental para:
El desarrollo del cerebro y el sistema nervioso.
La producción de glóbulos rojos y el transporte de oxígeno en la sangre.
El fortalecimiento del sistema inmunológico, ayudando a prevenir infecciones.
Los bebés nacen con una reserva de hierro heredada de la madre, pero esta comienza a disminuir a partir de los seis meses. Si no reciben suficiente hierro a través de los alimentos, pueden desarrollar anemia ferropénica, lo que afecta su crecimiento, su energía y su capacidad de aprendizaje a largo plazo.
Desde los seis meses, la introducción de alimentos complementarios debe incluir fuentes ricas en hierro. La recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Asociación Española de Pediatría (AEP) es que los bebés continúen con la lactancia materna o fórmula, pero complementen su dieta con alimentos que aporten este mineral.
El hierro se encuentra en los alimentos en dos formas principales:
Hierro hemo: Se encuentra en alimentos de origen animal como carnes, pescados y mariscos. Es el más fácil de absorber, con una biodisponibilidad del 20-30
Hierro no hemo: Proviene de alimentos de origen vegetal como legumbres, verduras de hoja verde y cereales fortificados. Su absorción es menor (5-10%), pero se puede mejorar combinándolo con vitamina C.
Alimentos de origen animal (hierro hemo)
Los alimentos de origen animal son la mejor fuente de hierro porque el cuerpo los absorbe fácilmente. Se pueden ofrecer en forma de purés o en pequeños trozos adaptados al método Baby-Led Weaning (BLW).
Carnes: Pollo, ternera, cordero, cerdo, pavo. Se pueden ofrecer trituradas en puré o en tiras cocidas y blandas para que el bebé las chupe.
Hígado: Es muy rico en hierro, pero debe ofrecerse con moderación debido a su alto contenido en vitamina A.
Pescados: Salmón, atún, sardinas. Se pueden cocinar al vapor y desmenuzar para que el bebé los explore.
Yema de huevo: Se puede cocer y ofrecer desmenuzada mezclada con otros alimentos.
Alimentos de origen animal (hierro hemo)
Para los bebés que siguen una dieta vegetariana o para complementar el hierro de origen animal, se pueden incluir:
Legumbres: Lentejas, garbanzos y alubias bien cocidas, trituradas o en forma de hummus.
Verduras de hoja verde: Espinacas y acelgas (bien cocidas y en pequeñas cantidades).
Cereales fortificados: Algunos cereales infantiles están enriquecidos con hierro y son una buena opción.
Frutos secos en crema: Almendras, nueces o avellanas en formato crema (sin trozos para evitar atragantamientos).
Semillas: Chía, sésamo o lino, siempre molidas para que el bebé pueda digerirlas.
El bebé no necesita grandes porciones de carne o legumbres al principio. Puedes empezar con una cucharadita de puré de carne o lentejas mezclada con otros alimentos, e ir aumentando progresivamente según su aceptación.
2. Ofrécelos varias veces a la semanaEl hierro debe formar parte de la alimentación del bebé de manera habitual. No es necesario que lo coma todos los días, pero es recomendable incluirlo al menos 3-4 veces por semana.
La vitamina C mejora la absorción del hierro no hemo, por lo que es ideal combinar alimentos ricos en hierro vegetal con frutas y verduras como:
Lentejas con puré de tomate o pimientos.
Espinacas con naranja o mandarina.
Avena con kiwi o fresas.
Hummus con trocitos de pimiento rojo.
Algunos alimentos pueden dificultar la absorción del hierro, por lo que es mejor ofrecerlos en momentos separados:
Los lácteos (leche, yogur, queso) contienen calcio, que compite con el hierro en la absorción. Es recomendable no mezclarlos con las comidas ricas en hierro y ofrecerlos en otra toma del día.
Para que el bebé pueda aprovechar el hierro, es importante cocinar bien las carnes y legumbres hasta que estén blandas y fáciles de masticar. También se pueden triturar o hacer en forma de albóndigas o croquetas caseras.
Desayuno: Papilla de avena con fresas trituradas (fuente de hierro y vitamina C).
Media mañana: Tiras de pollo cocido con crema de aguacate.
Almuerzo: Puré de lentejas con zanahoria y tomate.
Merienda: Yogur natural (separado de las comidas con hierro).
Cena: Puré de verduras con huevo duro desmenuzado.
Según la OMS, los bebés de 6 a 12 meses necesitan aproximadamente 11 mg de hierro al día, mientras que los niños de 1 a 3 años requieren 7 mg diarios.
Para cubrir estas necesidades, es importante ofrecer diariamente una variedad de alimentos ricos en hierro y combinarlos adecuadamente con otros nutrientes que favorezcan su absorción.
Si el bebé no está consumiendo suficiente hierro a través de la alimentación, el pediatra puede recomendar suplementos de hierro. Sin embargo, lo ideal es obtener este mineral a través de los alimentos de manera equilibrada.
El hierro es un nutriente fundamental en la alimentación complementaria del bebé. A partir de los seis meses, es necesario introducir alimentos ricos en hierro de manera progresiva, asegurando una buena combinación con otros nutrientes que faciliten su absorción.
Ofrecer una dieta variada, con carnes, legumbres, cereales fortificados y verduras, permitirá que el bebé reciba el hierro necesario para su desarrollo. Si tienes dudas sobre si tu bebé está recibiendo suficiente hierro, consulta con su pediatra para una evaluación y recomendaciones personalizadas.
La enfermedad boca-mano-pie es una infección viral común en niños menores de 5 años, aunque también puede afectar a niños mayores y, en casos raros,...
El síndrome del niño zarandeado es el conjunto de lesiones cerebrales graves que se producen cuando un bebé o niño pequeño es sacudido vigorosamente....
La apendicitis es una inflamación del apéndice, un pequeño órgano en forma de tubo ubicado en la parte inferior derecha del abdomen. Se trata de una...