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Apendicitis en niños y adolescentes: Síntomas, diagnóstico y tratamiento

La apendicitis es una inflamación del apéndice, un pequeño órgano en forma de tubo ubicado en la parte inferior derecha del abdomen. Se trata de una de las causas más comunes de cirugía abdominal en niños y adolescentes y requiere atención médica urgente, ya que, si no se trata a tiempo, el apéndice puede romperse y provocar una infección grave en el abdomen (peritonitis).

A continuación, te explicamos qué es la apendicitis, cuáles son sus síntomas, cómo se diagnostica y cuál es su tratamiento.

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¿Por qué se produce la apendicitis?

La apendicitis ocurre cuando el apéndice se obstruye, lo que provoca inflamación, acumulación de bacterias y, en algunos casos, infección. Esta obstrucción puede ser causada por:

  • Acumulación de heces duras (fecalitos) que bloquean la entrada del apéndice.

  • Infecciones gastrointestinales que causan inflamación en los tejidos del apéndice.

  • Agrandamiento de los ganglios linfáticos intestinales, que pueden comprimir el apéndice.

  • Cuerpos extraños o parásitos, aunque esto es menos común.

Si no se trata a tiempo, la inflamación puede hacer que el apéndice se rompa, liberando bacterias en la cavidad abdominal y causando peritonitis, una infección potencialmente grave.

Síntomas de la apendicitis en niños y adolescentes

Los síntomas de la apendicitis pueden variar según la edad del niño. En los adolescentes y niños mayores, los signos suelen ser más claros, mientras que en los niños pequeños pueden ser más difíciles de identificar.

Los síntomas más comunes incluyen:

1. Dolor abdominal progresivo:

  • Uno de los primeros síntomas es una fiebre moderada (entre 38°C y 39°C), acompañada de sensación de cansancio, pérdida de apetito e irritabilidad en los niños pequeños.

  • Luego, se desplaza hacia la parte inferior derecha del abdomen.

  • El dolor se vuelve intenso y constante, aumentando con el movimiento, la tos o al presionar la zona.

2. Fiebre:

  • Al principio, puede ser leve, pero puede aumentar si la inflamación avanza.

3. Pérdida del apetito y malestar general:

  • El niño o adolescente rechaza la comida y se siente cansado.

4. Náuseas y vómitos:

  • Pueden aparecer después de que comienza el dolor.

5. Cambios en las deposiciones:

  • Puede haber estreñimiento o diarrea.

  • En algunos casos, hay dificultad para expulsar gases.

6. Hipersensibilidad abdominal:

  • Al presionar la parte inferior derecha del abdomen y soltar rápidamente, el dolor se intensifica (signo de rebote).

  • Puede haber rigidez abdominal si la inflamación está avanzada.

En niños menores de 5 años, los síntomas pueden ser más inespecíficos. Pueden quejarse de dolor de barriga difuso, estar irritables o tener fiebre sin causa aparente.

Diagnóstico de la apendicitis

El diagnóstico de la apendicitis se basa en la combinación de la historia clínica, el examen físico y pruebas complementarias.

1. Exploración física:

    • El médico palpará el abdomen para localizar el dolor y detectar signos como el dolor de rebote o la rigidez abdominal.

    • Puede pedirle al niño que camine o tosa para evaluar si el dolor aumenta.

  • 2. Pruebas de laboratorio:
    • Un análisis de sangre puede mostrar elevación de glóbulos blancos, lo que indica una infección.

    • Un análisis de orina se realiza para descartar una infección urinaria que pueda causar síntomas similares.

3. Ecografía abdominal o tomografía computarizada (TAC):

    • La ecografía es el método de imagen más utilizado en niños y adolescentes. Puede mostrar si el apéndice está inflamado.

    • En algunos casos, se usa un TAC para confirmar el diagnóstico, especialmente si hay dudas.

Tratamiento de la apendicitis en niños y adolescentes

La apendicitis es una emergencia médica que generalmente requiere cirugía para extraer el apéndice inflamado (apendicectomía).

Cirugía para la apendicitis

Existen dos tipos de procedimientos:

1.    Apendicectomía laparoscópica (mínimamente invasiva):

  • Se realizan pequeñas incisiones en el abdomen y se usa una cámara para guiar la extracción del apéndice.

  • Tiene una recuperación más rápida y menos complicaciones.

2.   Apendicectomía abierta

  • Se realiza una incisión más grande en la parte inferior derecha del abdomen.

  • Se usa en casos más graves, como cuando el apéndice se ha perforado y hay peritonitis.

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Manejo de la apendicitis complicada

Si el apéndice se ha roto y hay infección en la cavidad abdominal, el tratamiento puede incluir:

  • Drenaje del líquido infectado antes de la cirugía.

  • Antibióticos intravenosos para tratar la infección antes y después de la operación.

  • Un período de hospitalización más prolongado para monitorizar la recuperación.

¿Se puede prevenir la apendicitis?

No hay una forma garantizada de prevenir la apendicitis, pero algunos hábitos saludables pueden ayudar a reducir el riesgo:

  • Llevar una alimentación rica en fibra (frutas, verduras y cereales integrales) para favorecer una buena digestión y evitar el estreñimiento.

  • Mantener una hidratación adecuada para facilitar el tránsito intestinal.

  • Acudir al pediatra ante síntomas persistentes de dolor abdominal para una evaluación temprana.

Cuándo acudir al médico

Es importante no ignorar el dolor abdominal intenso y persistente, especialmente si está localizado en la parte inferior derecha del abdomen. Debes acudir a un médico de inmediato si el niño presenta:

  • Dolor abdominal que empeora con el tiempo.

  • Fiebre junto con dolor de estómago.

  • Náuseas, vómitos o pérdida del apetito.

  • Dificultad para caminar debido al dolor.

  • Hinchazón o rigidez en el abdomen.

La apendicitis en niños y adolescentes es una afección frecuente que requiere un diagnóstico rápido y una intervención médica inmediata. Reconocer los síntomas a tiempo y acudir al médico puede evitar complicaciones graves, como la perforación del apéndice o la peritonitis.

Si tu hijo presenta dolor abdominal persistente, fiebre o síntomas digestivos anormales, es fundamental acudir al pediatra o a urgencias. La detección temprana y el tratamiento adecuado pueden garantizar una recuperación rápida y sin secuelas.

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