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Tos ferina en niños: síntomas y tratamiento

Escrito por Creciendo sanos | Nov 1, 2025 11:16:00 AM

La tos ferina, también conocida como pertussis, es una infección respiratoria bacteriana altamente contagiosa que puede afectar a personas de cualquier edad. Sin embargo, los bebés y niños pequeños son los que tienen mayor riesgo de sufrir formas más graves.

Aunque se trata de una enfermedad prevenible mediante vacunación, sigue circulando y puede causar brotes, por lo que es importante saber cómo reconocer sus síntomas y qué hacer en caso de sospecha.

En este post te explicamos de forma clara qué es la tos ferina, cómo reconocerla en niños y cuál es su tratamiento.

¿Qué es la tos ferina?

La tos ferina está causada por una bacteria llamada Bordetella pertussis, que afecta al aparato respiratorio. Es muy contagiosa y se transmite por el aire, a través de gotas de saliva al toser o estornudar.

La enfermedad comienza de forma parecida a un resfriado común, pero puede evolucionar en pocos días hacia una tos intensa y persistente, que en algunos casos llega a causar dificultad respiratoria, vómitos o incluso necesidad de hospitalización.

¿Qué niños corren más riesgo?

La tos ferina puede afectar a cualquier niño, pero el riesgo es mayor en los bebés menores de 6 meses, especialmente si no han recibido todas las dosis de la vacuna.

También puede ser más grave en niños con enfermedades respiratorias crónicas o con el sistema inmunitario debilitado.

¿Cuáles son los síntomas?

La tos ferina suele aparecer en tres fases, lo que a veces complica su diagnóstico inicial. Es importante estar atentos a la evolución:

1. Fase catarral (duración: 1 a 2 semanas)
Los síntomas son muy similares a los de un resfriado leve:

  • Moqueo nasal

  • Estornudos

  • Tos leve e intermitente

  • Febrícula o sin fiebre

  • Ojos llorosos

Esta fase es la más contagiosa, aunque aún no se sospecha la enfermedad.

2. Fase paroxística (duración: 2 a 6 semanas)

Es cuando aparecen los síntomas más característicos:

  • Ataques de tos intensos y repetitivos, en forma de “accesos”

  • El niño tose varias veces seguidas sin poder respirar y, al final del episodio, inspira con un ruido agudo similar a un “gallo” o “jadeo”

  • En muchos casos, vomita al final del acceso de tos

  • Puede presentar cianosis (color azulado en labios o cara) durante los ataques

  • El niño puede quedarse agotado después de toser

En los bebés pequeños, estos ataques pueden ser muy peligrosos y no siempre hacen el típico ruido inspiratorio. A veces, simplemente dejan de respirar unos segundos o presentan pausas de apnea, lo que requiere atención médica urgente.

3. Fase de recuperación (puede durar varias semanas)

La frecuencia de los accesos de tos va disminuyendo poco a poco. El niño sigue tosiendo, sobre todo por la noche o con el esfuerzo, pero va mejorando progresivamente.

¿Cómo se diagnostica?

El pediatra puede sospechar tos ferina por la forma de la tos, sobre todo si se trata de un niño pequeño no vacunado o con síntomas muy intensos. Para confirmar el diagnóstico, se puede realizar:

  • Un cultivo o PCR de una muestra de moco de la nariz o la garganta

  • Un análisis de sangre, en algunos casos

Tratamiento de la tos ferina

El tratamiento depende de la edad del niño, el momento en el que se detecta la enfermedad y la gravedad de los síntomas.

Antibióticos

Si se detecta en la fase inicial, el tratamiento con antibióticos (como la azitromicina) puede acortar la duración de la enfermedad y reducir el contagio. En fases más avanzadas, no eliminan los síntomas, pero siguen siendo importantes para evitar que la enfermedad se transmita.

Cuidados generales

  • Mantener al niño en un ambiente tranquilo y sin humo

  • Comidas pequeñas y frecuentes para evitar vómitos

  • Asegurar una buena hidratación

  • Vigilar que respira bien, sobre todo en lactantes

En casos graves, especialmente en bebés pequeños, puede ser necesario hospitalizar al niño para controlar la respiración y prevenir complicaciones.

¿Se puede prevenir?

La vacunación es la medida más eficaz para prevenir la tos ferina.

La Asociación Española de Pediatría (AEP) recomienda la vacunación de todos los niños siguiendo el calendario oficial, así como la vacunación en el embarazo, en el tercer trimestre, para proteger a los recién nacidos durante sus primeros meses de vida. Además, la AEP promueve una dosis de refuerzo en la adolescencia, ya que ni la vacuna ni haber pasado la enfermedad confieren una protección permanente.

¿Cuándo acudir al pediatra?

Debes consultar con el pediatra si:

  • Tiene una tos persistente que no mejora

  • Sufre ataques de tos intensos, con dificultad para respirar

  • Vomita tras toser o se muestra muy cansado

  • Tiene labios azulados o aspecto pálido durante la tos

  • Es un bebé menor de 6 meses con pausas respiratorias o dificultad para alimentarse

Referencias: