Featured Image

2 minutos de lectura

¿Qué es la disfagia?

Para que un niño pueda alimentarse bien, es fundamental que el proceso de deglución funcione correctamente. Cuando hay alguna dificultad para tragar los alimentos o los líquidos, hablamos de disfagia.

Este término puede sonar técnico, pero es más común de lo que parece, y reconocerlo a tiempo es clave para evitar complicaciones.

En este post te explicamos de forma sencilla qué es la disfagia, por qué puede aparecer en niños y cómo actuar si sospechas que tu hijo la padece.

 Bodegón de productos Bivos

¿En qué consiste la disfagia?

La disfagia es una alteración en el proceso de tragar. Puede afectar en diferentes fases: desde que el alimento está en la boca, hasta que baja por la garganta y el esófago hacia el estómago.

En los niños, esta dificultad puede aparecer en distintas edades y por diferentes motivos, desde alteraciones estructurales hasta problemas neurológicos. No se trata de un diagnóstico en sí mismo, sino de un síntoma que puede tener diversas causas.

¿Cómo se manifiesta?

Las señales pueden variar según la edad del niño y el tipo de alimentos (líquidos, semisólidos o sólidos). Algunas de las señales más comunes que pueden hacer sospechar disfagia son:

  • Tos o atragantamientos frecuentes al comer o beber.

  • Rechazo a determinados tipos de comida o texturas.

  • Dificultad para coordinar la succión, la masticación o el trago.

  • Babeo constante o alimentos que se escapan de la boca.

  • Infecciones respiratorias repetidas o neumonías, que pueden estar relacionadas con aspiraciones.

  • Tiempo excesivo para terminar una comida.

  • Pérdida de peso o dificultad para ganar peso.

  • Cambios en la voz después de comer (voz “mojada” o ronca).

En bebés lactantes, puede notarse por una succión poco efectiva, fatiga al mamar o pausas muy frecuentes.

¿Por qué se produce la disfagia en niños?

Las causas son muy variadas y dependen de cada caso. Algunas de las más frecuentes incluyen:

  • Trastornos neurológicos, como parálisis cerebral infantil, daño cerebral adquirido o enfermedades neuromusculares.

  • Malformaciones congénitas, como fisura palatina o anomalías en la vía aérea.

  • Reflujo gastroesofágico severo, que puede generar dolor al tragar y rechazo a la comida.

  • Secuelas tras intervenciones quirúrgicas en cabeza, cuello o esófago.

  • En algunos casos, no se identifica una causa clara, pero hay una alteración funcional que requiere atención.

¿Qué hacer si sospecho que mi hijo tiene disfagia?

Ante la sospecha de disfagia, lo más importante es consultar con el pediatra. Según la valoración, puede derivar a especialistas como logopedas expertos en deglución, otorrinolaringólogos, gastroenterólogos pediátricos o nutricionistas clínicos.

El diagnóstico puede incluir pruebas como:

•    Videofluoroscopia o estudio de deglución con contraste.
•    Endoscopia digestiva o nasofibroscopia para valorar estructuras.
•    Evaluación clínica por logopedia, observando la dinámica de la alimentación.

El objetivo es identificar dónde está la dificultad y adaptar la alimentación para que sea segura y eficaz.

¿Tiene tratamiento?

logopeda infantil-1

Sí. El tratamiento se adapta a cada caso y puede incluir:

  • Adaptación de las texturas de alimentos y líquidos, para facilitar el paso sin riesgo de atragantamiento.

  • Ejercicios dirigidos por un logopeda para mejorar la función de los músculos implicados en la deglución.

  • Cambios posturales durante la alimentación.

  • En algunos casos más graves, puede ser necesario el uso temporal de alimentación por sonda para asegurar una correcta nutrición e hidratación.

Lo más importante es que el abordaje sea multidisciplinar y siempre centrado en mejorar la seguridad, el bienestar y la calidad de vida del niño.

¿Qué complicaciones puede tener?

Cuando no se trata adecuadamente, la disfagia puede provocar:

  • Atragantamientos con riesgo de asfixia.

  • Neumonías por aspiración (al pasar comida o líquido a los pulmones).

  • Malnutrición o deshidratación.

  • Retrasos en el desarrollo físico y cognitivo.

  • Ansiedad asociada a la hora de comer, tanto en el niño como en la familia.

Por eso es fundamental actuar ante las primeras señales y buscar orientación profesional.

La disfagia es una alteración en el acto de tragar que puede aparecer a cualquier edad. En los niños, reconocerla a tiempo es fundamental para evitar complicaciones y garantizar una alimentación segura y nutritiva. Ante cualquier duda o señal de alerta, consulta siempre con el pediatra.

El apoyo especializado puede marcar la diferencia en la evolución del niño y en la tranquilidad de toda la familia.

Referencias:

Últimos artículos

¿Por qué se produce la sequedad nasal?

La nariz es mucho más que una vía para respirar. En su interior se encuentra una mucosa especializada que humedece, calienta y filtra el aire que...

Leer más

¿Es lo mismo anemia y déficit de hierro?

En las revisiones pediátricas, es frecuente que se hable de hierro, anemia o suplementos. ¿Es lo mismo tener anemia que tener déficit de hierro? ...

Leer más

¿La enfermedad celíaca afecta a la absorción del hierro?

La enfermedad celíaca es una afección digestiva cada vez más conocida entre las familias. Sabemos que requiere una dieta estricta sin gluten, que...

Leer más